Sólo le faltó el gol para justificar su supremacía
Estudiantes empató frente al Cervecero.
El equipo titular de Estudiantes empató 0 a 0 en la mañana de ayer frente a Quilmes (conjunto que milita en la primera "B" Nacional) en lo que fue el primer partido amistoso del conjunto principal de Alejandro Sabella, el que se consagró campeón de la Copa Libertadores de América el mes pasado.
El cotejo se disputó en la cancha número uno del Country Club de City Bell, desde las 11 de la mañana y con una rigurosa puntualidad. Estuvo dividido en dos tiempos de 35 minutos cada uno, que fueron arbitrados por Bruno Amiconi. Y tuvo un marco de unos 250 hinchas que se hicieron presentes para presenciar el enfrentamiento.
Durante los setenta minutos que se jugaron el conjunto que dirige Alejandro Sabella fue superior a los de Bianco. Porque Juan Sebastián Verón lo jugó como si fuera un partido oficial, corrió y demostró toda su calidad de principio a fin. También Enzo Pérez creó jugadas fantásticas en más de una oportunidad, ubicado sobre el carril derecho, en sociedad con su capitán y Juan Manuel Salgueiro; y porque mientras que fueron pasando los minutos Rodrigo Braña fue calentando su temperamento que lo llevó a dejar de lado el caracter amistoso, para jugarlo como un partido oficial. Si hasta con el árbitro demostró su caracter cuando le cobró un foul en contra que terminó con la pelota fuera de la cancha, después que el Chapu la pateó para mostrar toda su bronca.
Si bien fue Estudiantes el que manejó el partido, no le fue nada fácil romper la muy buena defensa que armó Quilmes para el campeonato que viene. La línea de cuatro formada por Germán Noce, Walter Ribonetto, Juan Manuel Herbella y Claudio Corbalán se las ingenió para borrar de la cancha a los delanteros albirrojos Mauro Boselli y el uruguayo Salgueiro. Este último fue quien tuvo las oportunidades más claras de marcar, ya que creó sus propios espacios jugando por los costados para burlar las marcas.
El Pincha lo podría haber ganado si hubiera estado un poco más fino en la definición. Pero para ello se juegan esta clase de partidos. Para ir tomando ritmo. Y la sensación que dejó dentro de la cancha es que la pretemporada le vino bien al equipo (estuvo rápido y los once jugaron hasta el final) y el andamiaje del equipo aún continúa aceitado.
ESTUVIERON CERCA
Ni bien comenzó el partido, a los 6 minutos, llegó la primera situación de gol para los albirrojos, que vistieron con pecheras verde flúor. Braña le robó el papel de armador a Verón (al menos por un minuto), levantó la cabeza con la vista puesta en el arquero quilmeño y no paró hasta llegar a la medialuna del área rival, donde asistió muy bien a Salgueiro, por izquierda, pero el disparo del uruguayo fue contenido por Tripodi.
Dos minutos más tarde Maximiliano Planté casi marca para la visita ante una inútil salida de Damián Albil.
Ya en el segundo tiempo nuevamente Braña asistió a Salgueiro. El uruguayo Logró sacar un remate bien direccionado al segundo palo, pero Tripodi una vez más estaba bien ubicado, como en la totalidad del encuentro. Y otra vez, en esta a los los 19 minutos, el arquero cervecero le robó el gol al delantero charrúa, después de un buen tiro libre ejecutado por Benítez.
Con el partido ya terminado, gran parte del plantel de Quilmes se acercó para pedirle una foto al capitán de Estudiantes, que aceptó sin mayores problemas.
Un análisis positivo fue el que hizo el cuerpo técnico y los jugadores pincharratas con respecto al partido. Porque por ser el primer amistoso, y después de más de dos semanas de pretemporada el equipo demostró con pinceladas de buen juego que la jerarquía del plantel continúa latente.
Fuente: El Dia.
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